Una transición fundamental

La transición ecológica se ha vuelto imperativa debido a la urgencia climática y a la trascendencia cada vez mayor de las cuestiones ESG. Por lo tanto, las compañías deben acelerar su transformación y ser más transparentes. Si bien este acelerón hacia la sostenibilidad se ve todavía a menudo como una limitación, sobre todo para las compañías más pequeñas cuyos recursos en estos ámbitos son más limitados, es ahí donde la gestión activa puede marcar la diferencia facilitando esta evolución en una lógica asociativa: la clave de nuestro enfoque en Amiral Gestion.

La ola de armonización que se establece progresivamente gracias a la reciente normativa europea que impulsa nuevos indicadores ESG clave a las compañías, permitirá a los inversores comparar objetivamente a las empresas entre sí sobre su rentabilidad real. Pero podríamos llegar más lejos y más rápido.

Más allá de la exclusión, sensibilizar e influir mediante el compromiso y el diálogo: El sesgo de Amiral Gestion

Además de las exclusiones que permiten limitar los riesgos en cartera, invertir en un enfoque de diálogo proactivo y colaborativo nos proporciona un enfoque de generación de contribuciones positivas y de creación de valor a largo plazo.

El compromiso de fomentar una mayor transparencia es fundamental para salir de los análisis ESG basados en datos incompletos o estimados proporcionados por las agencias y, de este modo, apoyar nuestros análisis con datos tangibles y fiables. Desde enero de 2021, hemos iniciado y financiado la investigación ESG independiente de la agencia Ethifinance sobre 55 empresas, que representan el 22% de los valores integrados en nuestras carteras.

Integrar este nuevo acuerdo del ESG, preservando al mismo tiempo los buenos resultados, requiere además un análisis cada vez más riguroso de los desafíos sectoriales y del compromiso accionarial sobre las temáticas de sostenibilidad en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y las prácticas derivadas de los PAI. En esta lógica, nuestra proximidad histórica con los directivos de las compañías es una baza esencial para estar conectados a su progresión, encauzar sus ambiciones y objetivos, apreciar la integridad de sus compromisos, seguir sus progresos reales y poner en perspectiva los datos brutos mediante un análisis cualitativo e histórico de los resultados de la compañía para inscribirnos en un compromiso de influencia.

Asimismo, varios canales nos permiten como inversores actuar positivamente a través de un diálogo constructivo: Antes de las asambleas generales para compartir nuestras preferencias de voto sobre cuestiones clave (por ejemplo, respeto del derecho de todos los accionistas, equidad de las remuneraciones e integración de criterios de RSE en las remuneraciones variables), cuando se nos informa de una controversia significativa, o incluso en el marco de nuestro análisis ESG cuando identificamos ejes de progreso o incluso retos de transformación.

Así ocurre, por ejemplo, con la empresa Mersen, especializada en la fabricación de materiales y componentes eléctricos especialmente destinados a la industria de las energías renovables, en la que iniciamos una acción de compromiso a partir de 2019 para incentivarla a reducir la huella de carbono de su producción. Aunque una parte importante de la producción de Mersen (56% de su cifra de negocio global) contribuye favorablemente al desarrollo sostenible (fabricación de paneles solares, almacenamiento y transmisión de energía, etc.), sus actividades son muy intensas en consumo de energía y, por tanto, en carbono. Por ejemplo, la fabricación de paneles solares requiere calentar materiales a muy alta temperatura. Tras nuestros regulares intercambios en 2019 y 2020, Mersen definió y publicó en marzo de 2021 un plan de reducción de su intensidad de carbono en un 20% para 2025 para los Scopes 1 y 2. El grupo se compromete en particular a reducir su consumo de energía y a aumentar la proporción de energías renovables en su consumo energético.

En este último caso, el diálogo de influencia permite aportar nuestra contribución positiva a la adopción de buenas prácticas de RSC (responsabilidad social corporativa) hasta la transformación de los modelos económicos para dirigir los retos de la transición ecológica.

Nuestra labor se encuentra más que nunca en el seguimiento de esta dinámica, en una lógica asociativa, sin dogmatismo, pero con la medición de resultados objetivos, progresivos y verificables. Restablecer el largo plazo es una necesidad frente a desafíos que se convierten en urgencias, pero cuyas soluciones tardan varios años en materializarse y producir sus resultados.

Demostrar el impacto a través del progreso es hoy un resultado medible y que debemos seguir a largo plazo para asegurarnos de invertir en empresas resilientes y competitivas que han sabido adaptarse a los profundos cambios que se están produciendo en el mundo económico y en la sociedad. Analizar bien estas tendencias sobre la evolución del mundo del mañana y calibrar bien nuestras expectativas en materia de compromiso accionarial contribuye a alcanzar el rendimiento global deseado para nuestras inversiones y para el interés colectivo.

La información mostrada es un estudio de Amiral Gestion y no constituye en ningun caso una recomendación de inversión